En las últimas décadas ha sido una práctica común el restablecimiento de la armonía y simetría facial; para lo cual se combinan técnicas y tratamientos adaptados a la necesidad de cada paciente. El presente caso clínico analiza el tratamiento neuromodulador de toxina botulínica en una paciente con asimetría anatómica producto de una parálisis facial. Se trata de paciente femenina de 76 años de edad, con diagnóstico de hipertensión arterial en tratamiento médico, y con antecedente de enfermedad cerebrovascular desde hace 20 años atrás, provocándole una asimetría facial. El objetivo del tratamiento es la corrección de dicha asimetría en el rostro de la paciente, utilizándose toxina botulínica en una sola sesión. Los resultados muestran una mejoría notable de la asimetría, por lo que se recomienda ampliamente la utilización de la toxina botulínica de manera sistémica para la solución estética de la asimetría facial provocada por eventos cerebrovasculares.